Le Kañi

Primero Don Dimas. Luego Remedios. Ahora Le Kañí. El último proyecto del imparable Grupo Don Rompido acaba de aterrizar en pleno barrio de Salamanca. Al frente de los fogones, los increíbles chefs Álvaro Garcés y José Carlos Torres. Dos magníficos profesionales que no se encasillan en ningún registro.

En Don Dimas nos llevan al Sur, con una excepcional propuesta que nada tiene que ver con los platos de Remedios, una cocina norteña de magnífica calidad, y, ahora, con Le Kañí, nos sorprenden con un original concepto de brasserie asiática, que se complementa con divertidas sesiones de música para que el disfrute y la diversión estén siempre garantizados.

Nada más cruzar el umbral de Le Kañí, nos topamos con un llamativo local que nos conquista con su maravilloso proyecto de interiorismo y donde el incomparable Emilio De Ávila, Director Comercial del Grupo Don Rompido, nos adentra en una inolvidable aventura que traspasa con creces los límites de lo puramente gastronómico.

Le Kañí, un restaurante fascinante, canalla y tremendamente divertido. Un espacio en el que todo puede suceder. Una propuesta gastronómica seductora e innovadora donde confluyen Asia y Francia, en una apetecible selección de platos que logran enamorarnos desde el primer bocado. Un concepto exclusivo que logra una equilibrada simbiosis entre el recetario francés más tradicional con las mejores técnicas de la cultura asiática. Increíble. Impactante. Original. Asombrosos juegos de aromas, sabores y matices, que logran estar a la altura de los paladares más sibaritas.

En nuestra primera visita a Le Kañí, comenzamos saboreando unos formidables edamames trufee que nos cautivaron con sus delicados matices de trufa. Un entrante verdaderamente adictivo que dio paso a un excepcional usuzukuri de gamba roja tremendmente delicado y sabroso, compartió protagonismo con el llamativo tartar de atún con ostra y caviar. Un bocado potente y sofisticado que nos llevó directos al suave aramikaze de salmón marinadocon sake y sal, servido con un toque de mantequilla noissette. Seguimos con la Bouillabaisse Japoinais. Una receta seductora con una increíble textura y un delicioso sabor que disfrutamos plenamente antes de pasar a probar el shabu shabu de ternera. Un divertido ritual que merece la pena experimentar cuando se visita Le Kañí. Una original y riquísima propuesta que desembocó en el correctísimo tataki de pato con salsa hoisi-niku que acompañamos de un formidable broccoli flamee con miso antes de pasar al dulce momento del postre.

Le Kañí, una insólita brasserie asiática donde nos aguarda una formidable cocina en brasas de Robata hasta una genuina barra de un auténtica Izakaya. Asombrosos bocados que alcanzan su máxima expresión en compañía de su cuidada bodega y su seductora propuesta de coctelería. Un impactante y elegante local donde, además, nunca falta la buena música. Le Kañí es siempre un plan perfecto. Buena gastronomía y un magnífico ambiente, apuntan a que muy pronto será el nuevo place to be del barrio de Salamanca. Tiempo al tiempo.