La Parroquia de Pablo

En Madrid somos muy de barra eso está claro. Reunirse con amigos para compartir cañas, tapas, coleccionando bonitos momentos, es uno de los deportes nacionales de nuestro país, y por ello en la capital encontramos templos del producto como La Parroquia de Pablo. Un animado local en la bulliciosa calle de Ponzano donde nos espera el destino perfecto cuando lo que se busca es pasarlo bien.

Un enclave auténtico, con alma y esencia, que nos seduce con una carta muy española donde saborear riquísimos bocados a precios muy razonables. Su artífice, el simpatiquísimo Pablo, ha perfilado un entrañable espacio de estética castiza protagonizado por su emblemática barra. Uno de esos bares que logran conquistarnos en la primera visita, tanto por la calidad que nos ofrecen en su apetecible carta, como por su gran equipo de profesionales que siempre nos hacen sentir como en casa mientras nos adentran en la esencia de La Parroquia de Pablo.

En su carta no falta el laterío, sensacionales mariscos y generosas tapas con tamaño de raciones. Magníficas propuestas que siempre saben mejor en compañía de unas cañas bien tiradas que vuelan por el local a velocidad de vértigo.

En nuestra primera visita a La Parroquia de Pablo comenzamos saboreando un riquísimo aperitivo de boquerones en vinagre que nos condujeron a una llamativa ensalada de tomate con ventresca Cusumano que preparan con unos deliciosos tomates de Zamora, que saben a tomate, pimientos rojos y piparras. Uno de sus platos más demandados, que dio paso a un sensacional pincho de bonito Cusumano sobre rodaja de tomate. Un fantástico bocado que desembocó en unas impresionantes piparras fritas que tienen todo el año y que disfrutamos plenamente antes de sucumbir a los encantos de una delicada y deliciosa ensaladilla rusa. Sencilla y rotunda, se ha convertido a partir de ahora en una de nuestras favoritas. Para terminar, optamos por un sabroso plato de cuchara, unos sublimes judiones con almejas que son un verdadero espectáculo y que preparan a diario para el deleite de sus fieles clientes.

La Parroquia de Pablo, una cervecería como las de toda la vida en la que disfrutar de opciones para todos los gustos. Una propuesta honesta y de calidad que se convierte en el plan perfecto para disfrutar en buena compañía de ese divertido arte del tapeo que tanto nos gusta. ¿Nos vemos pronto en La Parroquia de Pablo?