Hutong

En el numero ochenta y uno de la madrileña calle de Lagasca, en pleno corazón del Barrio de Salamanca, nos aguarda Hutong. Una de las ultimas aperturas del Grupo Ayala, donde nos espera una apetecible carta de la mejor cocina china protagonizada por su emblemático pato laqueado. Una receta que preparan siguiendo, nada más y nada menos, que dieciocho pasos de tratamiento como dicta la receta tradicional, que pasa por veinticuatro horas de maderación y cocción en horno de piedra con fuego de leñas frutales. Una autentica delicia que enamora a todo aquel que la prueba.

Un plato emblemático que comparte protagonismo en la carta de Hutong con una apetecible colección de apetecibles recetas que nos trasladan a la China Imperial con cada bocado y que incluye opciones para todos los gustos. Una propuesta en constante evolución que acaba de incorporar un nuevo apartado que hará las delicias de los amantes incondicionales del picante.

En nuestra ultima visita a Hutong, comenzamos saboreando unas sabrosísimas gyozas de pato con boletus y foie que nos adentraron de lleno en la esencia del restaurante. Continuamos con unos llamativos langostinos crujientes con verduras y salsa mayo Sriracha que son un verdadero espectáculo. Un plato abundante y delicioso, que resulta ideal para compartir y que nos condujo directamente a los crujientes de pollo con guindilla de Sichuan y cacahuetes. Una receta con un intenso sabor picante que nos cautivó con cada bocado y que hará las delicias de los paladares más intrépidos. Para terminar, no podíamos dejar de probar su emblemático pato laqueado estilo Pekín. Un bonito ritual que disfrutamos plenamente de principio a fin saboreando plenamente esos maravillosos matices que solo se logran tras su largo proceso de elaboración. Hutong, un elegante y sofisticado local en la Milla de Oro madrileña que nos traslada a China a través de sensacionales recetas que nunca defraudan. Un rotundo concepto con un ticket medio muy competitivo donde coleccionar bonitos momentos alrededor de una mesa. ¿Se os ocurre un plan mejor?