El original restaurante, galardonado con una estrella Michelin, nos traslada a la II Guerra Mundial, mientras disfrutamos de una propuesta gastronómica excepcional
Por Ana S. Diéguez
Atrás quedaron los años durante los cuales Julián se dedicaba al mundo del motor. Un cambio radical de trescientos sesenta grados y muchas ganas de emprender una nueva carrera profesional enfocada a su gran pasión, la gastronomía. Un chef autodidacta que, partiendo de materias primas de una calidad excepcional, elabora magníficas creaciones. Auténticas joyas culinarias que confieren un nuevo sentido al término gastronomía.
Una mente inquieta. Un hombre inconformista. Un alma creativa. Julián es un gran profesional y un trabajador incansable. No desconecta jamás porque ama lo que hace. Sin duda, ese es el secreto de la excelencia de sus platos. Sabores que cautivan. Texturas que seducen. Matices que enamoran.
En cuanto traspasamos el umbral de Yugo The Búnker, iniciamos una aventura sensorial que deja huella. Bajamos las angostas escaleras que nos conducen a la zona del búnker. Un íntimo comedor, que hace gala de una innovadora puesta en escena. Un búnker japonés de la II Guerra Mundial fielmente recreado para hacernos viajar en el tiempo mientras disfrutamos de los magníficos bocados que Mármol elabora aprovechando siempre, todas las partes de las materias primas.
Tras charlar brevemente con Julián, nos conquistó su espíritu de superación. El brillo de sus ojos le delata cuando habla de su trayectoria profesional, evidenciando la felicidad que su trabajo le proporciona. Un hombre que ha luchado por hacer realidad su sueño, y que lo ha conseguido, con creces.
En esta ocasión, nos decantamos por probar el famosos menú Omakase. La gran joya de la corona de Yugo The Búnker.
Comenzamos disfrutando del delicioso sabor de la tempura de lubina que dio paso a un exquisito surtido de sashimi. Probamos el de akami, chutoro, toro, salmón sockeye, salmón albino, ora king salmón, hamachi y lubina. Difícil decir cuál nos gustó más, ya que todos ellos constituyen un verdadero espectáculo.
Continuamos con los gunkan. En este caso saboreamos el de toro, de ora king salmón, de berberechos y de caviar. Todos ellos magníficos, pero sin duda, el de caviar eclipsa al resto, por su increíble sabor y originalidad.
La cigala con chawan de su coral que Julián nos sirvió a continuación, eleva la gastronomía a otro nivel. Mientras nos deleitábamos con su sabor residual en boca, llegaron las gyozas. Una de sardina. La otra de rodaballo salvaje. Sumamente sabrosas y originales, desembocaron en el apartado de los nigiris. Probamos el de vieira y el de kamatoro. Visualmente espectaculares y rebosantes de sabor, anunciaban que el increíble menú Omakase llegaba a su fin.
Tras saborear el famoso gunkan de tuétano en dos texturas pasamos a probar el postre. En este caso, una divertida torrija de té matcha que logra fusionar equilibrada y acertadamente la cocina española con la nipona.
Yugo The Búnker, mucho más que un restaurante con estrella, un restaurante que brilla con luz propia. Un precioso espacio, dónde el carisma de su precursor, el increíble Julián Mármol, nos conquista con bocados que constituyen auténticas joyas gastronómicas.
Dirección: Calle de San Blas, 4, 28014 Madrid
Web: yugothebunker.com
Precio medio: entre 100€ y 200€