Ana S. Diéguez
El pequeño gran proyecto del carismático Gustavo Pedraza
nos conquista con deliciosos bocados de felicidad
El Rocío de Peñalara abrió sus puertas hace poco más de dos años en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón y desde entonces no ha dejado de cosechar adeptos incondicionales que no dudan en volver para disfrutar de sus excepcionales frituras. Un restaurante que se caracteriza por su honestidad y la gran calidad de sus materias primas. Un concepto sencillo y sin pretensiones que busca siempre otorgar un protagonismo indiscutible a los platos que componen su atractiva carta.
Al frente de El Rocío de Peñalara, el incombustible Gustavo Pedraza, un jovencísimo emprendedor que con tan solo veintiocho años ha cumplido su sueño de montar su propio restaurante. Un negocio familiar dónde se respira alegría y buen rollo por los cuatro costados. Un servicio sumamente atento que nos hace sentir como en casa y unas materias primas de primerísima calidad que elaboran siempre con los mejores ingredientes y con grandes dosis de cariño. El resultado, un espectáculo gastronómico dónde es posible disfrutar de una excelente colección de deliciosos bocados a precios muy razonables.
Gustavo lleva toda la vida dedicado a la hostelería y derrocha simpatía y entusiasmo por cada poro de su piel. Su innato don de gentes, le lleva a atender personalmente las mesas y a disfrutar plenamente de su fiel clientela. Le falta vivir en El Rocío de Peñalara, ya que pasa media vida entre sus cuatro paredes, y siempre lo hace con una gran sonrisa. Una desbordante pasión que nos conquista y nos tienta a aventurarnos en la seductora carta de El Rocío de Peñalara.
En esta ocasión, Jesús, el simpatiquísimo encargado nos recomendó empezar probando las fantásticas gambas blancas de Huelva, las navajas y las zamburiñas a la plancha. Confiando plenamente en su honesto criterio confesamos que fue un rotundo éxito. Espectaculares materias primas que nos conquistaron de inmediato. Continuamos con su famosa fritura. Un auténtico espectáculo gastronómico que merece la pena probar cuando se visita El Rocío de Peñalara. Calamares, boqueroncitos, salmonetes, pijotas, acedías patitas de chipirón fritas y cazón. Todo ello francamente delicioso. Jesús insistió en que probásemos también el formidable atún rojo acompañado de unas riquísimas patatas panadera y asadillo de pimientos. Un acierto en toda regla que nos condujo al apartado de los postres. Llegados a este punto, optamos por compartir la mayonaise cake. Una riquísima tarta de chocolate casera que elabora Belén, la madre de Gustavo y que hará las delicias del público más goloso. Por otro lado, sentimos curiosidad por probar su versión de la tarta de queso, que también nos resultó fantástica y nos dejó con un delicioso sabor de boca.
El Rocío de Peñalara, un pequeño restaurante sin alardes de grandeza dónde disfrutar siempre de una exquisita colección de increíbles platos y de la simpatía del encantador Gustavo, sin duda, el alma del restaurante.
Dirección: Peñalara, 2 Pozuelo de Alarcón
Teléfono: 912 77 83 50
Web: http://elrociodepenalara.com/
Precio medio: 25€