Del mar a la mesa

Se aproximan las ansiadas vacaciones estivales y con ellas las ganas de mar y playa. Una época del año que se asocia al relax y a la desconexión en la que no pueden faltar esos riquísimos pescados y mariscos que nos deleitan con los mejores sabores del océano. 

Para irnos preparando el paladar y anticipando esos bonitos y necesarios momentos de relax y desconexión en los chiringuitos de playa, desde Glitz & Talent, os queremos proponer tres paradas obligadas en la capital donde podréis disfrutar de los pescados y mariscos más frescos y recién llegados de las lonjas españolas.

Comenzamos nuestro tour en Materia Prima. El original proyecto de Ricardo Garrastazu, nos sorprende con un curioso concepto que es a la vez mercado y restaurante. Nada mas llegar al local, nos reciben sus llamativos mostradores donde se exhiben majestuosamente unos excepcionales pescados y mariscos, recién llegados de las lonjas de Ayamonte e Isla Cristina, para que podamos elegir lo que deseamos consumir. Lo divertido de Materia Prima es que nos permite confeccionar un menú cien por cien a medida y elegir exactamente lo que queremos comer. Desde tres gambas a tres docenas. Y también su elaboración: cocidas, a la plancha o al ajillo. Además, al ser también un mercado al uso, el restaurante nos permite la opción de adquirir sus productos para llevar a casa y cocinarlos a nuestro antojo.

La carta de Materia Prima varía cada día en función de los pescados y mariscos que reciben y en ella también incluyen las formidables carnes de la Finca para los paladares más carnívoros. Una propuesta gastronómica que incluye opciones para todos los gustos y que termina con una irresistible selección de postres caseros que harán las delicias de los más golosos.

Continuamos nuestra ruta gastronómica por los mejores puertos de mar de la capital en Marisquería El Cantábrico que celebró hace poco sus primeros setenta y cinco años de vida. Una de las primeras marisquerías de la capital que no cesa de cosechar adeptos. Un pequeño y bullicioso local, en la madrileña calle de Padilla, donde cuecen cada mañana los mariscos más frescos para que los podamos disfrutar en compañía de sus cañas bien tiradas. Un divertido ritual protagonizada por la calidad y un gran equipo de profesionales que siempre nos hacen sentir como en casa. Cigalas, gambas, percebes, ostras, camarones y una gran variedad de mariscos, en su mayoría procedentes de las lonjas gallegas, que nunca defraudan. La marisquería de la familia Amorós está regentada en la actualidad por Fernando, tercera generación, que mantiene la esencia del negocio que arrancó su abuelo Dionisio. Un divertido plan que podemos disfrutar tanto en su barra como en sus sencillas mesas de madera. En este segundo caso merece la pena reservar si queremos garantizar nuestra mesa.

Terminamos nuestro recorrido en Charnela, la divertida mejillonería de Ponzano. El coqueto restaurante de Alejandro Yravedra y Victoria Mántaras, protagonizado por sus sensacionales cazuelas de mejillones que acompañan de unas riquísimas patatas fritas caseras. Una encantadora tabernita gastronómica en la que además de su buque insignia, el mejillón, también nos deleitan con otros deliciosos bocados como sus espectaculares ostras de distintas variedades o su llamativo tomate rosa de Barbastro que es una autentica delicia. Un local que es además pet friendly y donde nuestras mascotas son siempre bien recibidas.

Mientras esperamos a iniciar nuestras vacaciones de veranos podemos ir saboreando el mar desde la capital en cualquier de estos tres fantásticos destinos. ¿Por cual de ellos empezamos?