Su artífice, el joven chef Eduardo Guerrero nos conquista con una formidable cocina protagonizada por la calidad y el sabor
Por Ana S. Diéguez
Desde que Adaly abriera sus puertas, hace ya un par de años, su formidable propuesta gastronómica ha sido incluida por segunda vez consecutiva en la Guía Michelin. Un merecido reconocimiento que ensalza la esmerada carta del restaurante del joven chef Eduardo Guerrero.
Una excepcional cocina de autor que ahora estrena dos seductores menús degustación. El menú Esencia en versión más reducida y el menú Adaly para cuando podamos gozar con más tiempo de la excelente cocina del bonito proyecto de Eduardo y Julio Guerrero. Además, el restaurante conserva en su propuesta gastronómica alagunas de sus recetas más emblemáticas para que podamos seguir saboreándolas si preferimos ir a la carta.
La cocina de Adaly derrocha sabor y saber hacer. Un aprendizaje que Eduardo Guerrero ha adquirido tras su paso por el Bohío (Illescas) con una estrella Michelin y que ahora podemos disfrutar plenamente en un ambiente sumamente acogedor. En sala, el encantador Julio Guerrero, padre de Eduardo, nos adentra en la esencia de Adaly, donde no faltan deliciosas recetas tradicionales a las que Eduardo ha dado una vuelta de tuerca y ahora nos sorprende con atrevidos guiños a la cocina oriental y nipona. Elaboraciones que parten siempre de las mejores materias primas que elaboran con grandes dosis de cariño y que nos deleitan con esmeradas presentaciones que primero entran por los ojos para poco después conquistar nuestros paladares.
Nuestra velada en Adaly arrancó con un curioso aperitivo de espuma de pisto manchego con un agradable toque picante que funciona de maravilla. Seguimos con un trío de divertidos entrantes en formato aperitivo que son pequeñas joyas gastronómicas. Primero probamos un delicioso panipuri relleno, luego un rotundo buñuelo de queso manchego y por último un potente pan chino relleno de crema de mejillones. Un magnífico comienzo que nos adentró de lleno en la esencia de Adaly.
El mosaico de puerro confitado con parmentier de patata y pil pil de boletus que probamos a continuación es un verdadero espectáculo. Una delicada elaboración, que dio paso al arriesgado cocido en versión asiática que consta de tres partes. La primera, un delicioso ramen seco con velouté de caldo de cocido y garbanzos tostados, que acompañamos ligero caldo de cocido con trabado de garbanzos y por último un siu mai de carne de cocido. Sin duda, nuestro plato preferido de Adaly. Original, exótico y magnifico, lo disfrutamos de principio a fin antes de sucumbir a los encantos de los riquísimos guisantes a la brasa con daditos longaniza negra, caldo de jamón y yema frita. Un equilibrado juego de sabores y texturas al que resulta imposible ponerle pegas. Delicioso.
De los pescados de la carta, nos decantamos por probar el bacalao con crema de espinacas, leche de cabra y leche de oveja con crema pistacho. Un plato que deja huella y que nos hará volver muy pronto a Adaly.
Terminamos nuestra agradable velada con una divertida receta de arroz con leche con Baileys y helado de croissant que rematan con un mini croissant porque en Adaly los pequeños detalles son siempre los grandes protagonistas.
Adaly estrena dos nuevos y sorprendentes menús degustación en su constante búsqueda de la excelencia. Una cocina que vive en continua evolución para sorprendernos en cada visita con las deliciosas y originales recetas de su artífice, el joven chef Eduardo Guerrero. ¡Tomad nota!
Dirección: Calle de Claudio Coello, 122, 28006 Madrid
Teléfono: 680 49 72 77
Web: https://adaly.es/
Ticket Medio: 55€
Menú Esencia: 55€
Menú Adaly: 80€