Pax, una parada obligada en la Gran Vía madrileña

El lema del restaurante Pax, “El mejor país, la mejor materia prima”, nos adentra en una memorable experiencia gastronómica protagonizada por la calidad. Un agradable restaurante ubicado en la Gran Vía madrileña que nos deleita con una apetecible carta con opciones para todos los gustos. Un destino ineludible en la capital, que como su propio nombre indica nos convierte en pasajeros de su rotunda cocina para que nos aventuremos en una inolvidable experiencia gastronómica protagonizada por la calidad.

En los seis salones privados del restaurante podemos adentrarnos en la esencia de Pax. Su seductora cocina, de corte mediterráneo, que cuenta con un apetecible menú del día, que comparte protagonismo con una carta que incluye opciones para todos los gustos, en la que nos aguardan seductores elaboraciones que nunca defraudan.

En nuestra visita a Pax comenzamos saboreando una de sus especialidades, el surtido de ahumados únicos de mar y montaña, que en este caso estaba compuesto por presa, solomillo y salmón. Un verdadero espectáculo que disfrutamos plenamente antes de pasar a probar el riquísimo foie de pato en semi salazón con membrillo y uva roja. Una composición divertida y sabrosa que desembocó en unas rotundas croquetas caseras de jamón. Humeantes y semi líquidas nos conquistaron desde el primer bocado. 

De los principales, nos decantamos por el solomillo de añojo de rubia gallega, con escalope de foie y salsa perigord que nos pareció una delicia en toda regla. Delicado y delicioso, nos trasladó directamente al dulce momentos del postre que tomó forma con una rica tarta fina con helado de vainilla. 

Pax, un céntrico restaurante emplazado en la emblemática Gran Vía madrileña donde nos deleitan con una cocina honesta de esencia mediterránea que jamás defrauda. Una buena forma de cargar las pilas cuando se visita el centro de la capital. ¿Nos vemos en PAX?