Killo

Un encantador restaurante con esencia gaditana en la capital

Por Ana S. Diéguez

Tras triunfar con la apertura de Taberna Tía Juana en Zahara de los Atunes, el chef austriaco Manuel Auer y la empresaria Alejandra Álvarez, se animaron a dar el salto a la capital con un nuevo proyecto gastronómico bautizado como Killo. Un término muy andaluz que transmite perfectamente la esencia de este encantador local, que nos deleita con una original propuesta culinaria, protagonizada por riquísimas recetas de inspiración andaluza con atrevidos toques viajeros, que logran cautivarnos desde el primer bocado. Un concepto con alma gaditana y esencia urbanita, donde el disfrute está siempre garantizado.

En Killo encontramos una carta que parte de los mejores productos de temporada, donde no puede faltar el famosos atún rojo salvaje de Almadraba. Un pedacito de Cádiz en la capital, que nos permite comernos el sur a bocados a precios más que razonables. No podemos pasar por alto su carta líquida que es, sin duda el complemento perfecto para los deliciosos platos que salen de los fogones de Killo. Vinos generosos, vermuts de autor y una magnífica selección de riquísimos cocteles, logran un maridaje original para su propuesta gastronómica «disfrutona», como ellos mismos la definen.

En nuestra visita a Killo, comenzamos saboreando un riquísimo vino de Toro. Un
tempranillo Hermanor Lurton, que acompañamos de un atrevido gofre de camarones y
tartar de atún, con crema de aguacate y cebolla encurtida. Una elaboración original,
arriesgada y sensacional, que nos condujo a una deliciosa brocheta de gambón con
salsa al curry, alga wakame y chips de yuca. El cazón frito rebozado en maíz con crema
de patata revolcona y piparras encurtidas que probamos a continuación, nos conquistó
con sus seductores matices y desembocó en la famosa ensaladilla Killo que preparan
con gambas de cristal y espuma de guisantes. Una curiosa versión de la tradicional
ensaladilla rusa, que merece la pena probar al igual que el divertido tomate desnudo
relleno de paté casero de atún con ajoblanco y almendras tostadas. 








También probamos un falso risotto con crema de espinacas con disco de parmesano y espuma de trufa blanca, que nos pareció sublime, antes de probar la sabrosísima panceta de cerdo asturiano perfumada con ajo fermentado y ensalada cremosa de lombarda. De postre, nos decantamos por el parfait de cassis con sabayon de cava. Un dulce exótico y refrescante que ayuda a limpiar el paladar y nos deja con un maravilloso regustillo en boca que se disfruta plenamente. Killo es diversión, sabor y buenos momentos. Un encantador restaurante con alma viajera, donde prima ese característico duende andaluz que conquista los sentidos y enamora el alma. La mejor forma de viajar a Cádiz sin salir de Madrid nos aguarda en KILLO.




Dirección: Joaquín María López, 46. 

Reservas: 915 98 78 05 

Web: https://restaurantekillo.com

Precio medio: 30 €