Cazorla

Por Ana S. Diésguez

Una auténtica taberna andaluza que invita a compartir tapas, raciones y buenos momentos

Toda el sabor y la magia de Andalucía en Madrid. Ese duende tan característico del sur que nos tienta a disfrutar de momentos inolvidables acompañados de una acertada propuesta gastronómica de calidad. En los restaurantes Cazorla, su precursor, el simpatiquísimo Manuel Román, nos seduce con recetas que derrochan sabor y unas frituras que quitan el sentido. Una aventura que arrancó allá por 1987 con su primer local, en la madrileña calle de Cipriano Sancho, y que a día de hoy ya cuenta con siete establecimientos. 

En esta ocasión visitamos el restaurante Cazorla de la calle Montesa número treinta, una localización idónea para disfrutar del arte del picoteo en estado puro. Deliciosos pinchos, raciones y tapas ideales para compartir en un ambiente en el que se respira felicidad. Un agradable bullicio y ese encanto tan característico de los restaurantes Cazorla. Al frente, el imparable Manuel Román, se desvive con sus clientes, como si fuera el día de la inauguración. Atento, cercano y divertido, ama su profesión y se nota. El brillo de sus ojos al hablar de sus restaurantes le delata. Su vida. Su gran pasión. Manuel disfruta viendo como sus clientes pasan un buen rato en Cazorla, mientras saborean los deliciosos bocados que salen de la cocina. Unas frituras que nos enamoran de inmediato por su calidad y su delicado rebozado. Calamares, chopitos, bienmesabe, pijotas, salmonetes y acedías. La mejor manera de acompañar las primeras cañas entre risas y confidencias.

Cazorla derrocha ambiente. Un acelerado trajín de camareros que nos tienta a adentrarnos en una carta que no facilita la elección ya que todo apetece. Tras unos complicados momentos de reflexión, optamos por comenzar compartiendo una sabrosísima ensalada de ventresca y tomate, regada con el aceite de la casa. Un aceite que ellos mismos fabrican. Un delicioso oro líquido que nos tienta a mojar y aprovechar hasta la última gota. Continuamos con un espectacular plato de jamón acompañado de una copa de Alidis, un rico vino de Ribera del Duero que nunca puede faltar en Cazorla.

El pulpo a la brasa que llegó a continuación es un auténtico espectáculo que dio paso a uno de los platos estrella de Cazorla, la fritura variada. Una abundante ración de salmonetes, calamares, boquerones, chopitos, cazón en adobo y berenjenas fritas que nos conquistó de inmediato. Haciendo verdaderos esfuerzos tras haber dado buena cuenta de la fritura, nos lanzamos a probar un excepcional rodaballo salvaje que sin duda merece la pena probar. Un productazo en toda regla que desembocó en el apartado de los postres, todos ellos caseros.

Finalmente, decidimos compartir una fabulosa tarta de milhojas casera y sus formidables filloas. Un rotundo acierto. El mejor broche final para una agradable comida en un acogedor espacio, dónde siempre se esfuerzan para que nos sintamos como en casa. Cazorla, un restaurante con alma propia y toda la. esencia del sur. Un lugar que invita a disfrutar de buenos momentos acompañados siempre de deliciosos bocados que enganchan haciendo que irremediablemente nos sintamos obligados a repetir… Muy pronto.

Dirección: Calle de Montesa, 30, 28006 Madrid 

Teléfono: 914 02 66 24 

www.cazorlarestaurantes.es

Precio Medio: 40€