Auténtica cocina mexicana tradicional en un encantador espacio donde los buenos momentos están siempre garantizados
Por Ana S. Diéguez
Los orígenes de Tepic se remontan al año 2008, cuando cuatro socios, dos mexicanos y dos madrileños, se animaron a abrir un encantador restaurante con la genuina esencia de México, en el madrileño barrio de Chueca. Un pequeño proyecto que no tardó en cosechar un gran éxito, animando a sus artífices a trasladarse al exclusivo Barrio de Salamanca.
En la actualidad, Tepic nos aguarda en el número catorce de la calle Ayala, con un agradable espacio que resulta sumamente acogedor. El lugar ideal para disfrutar de ese característico sabor de la cocina mexicana, donde siempre hay lugar para el color y el picante. La carta de Tepic es auténtica, genuina y sabrosa. Una seductora propuesta gastronómica de calidad, que ostenta desde el año 2018 el distintivo Bib Gourmand. Un galardón con el que la prestigiosa Guía Michelin, reconoce a los restaurantes que ofrecen buena gastronomía a precios moderados.
Un acogedor local donde Javier Quiñones, su jefe de sala, nos adentra por los recovecos de la apetecible carta de Tepic, transmitiéndonos con un contagioso entusiasmo las sugerentes propuestas y explicándonos tanto sus ingredientes como sus procesos de elaboración.
Una cocina pura y sencilla que derrocha sabor. Platillos chingones que se saborean en un coqueto espacio, y que cobran su punto álgido cuando los maridamos con esas maravillosas micheladas que tanto nos gustan.
En esta ocasión, les fuimos infieles a nuestras queridas micheladas y nos lanzamos a disfrutar de unas riquísimas cervezas mexicanas Modelo, que acompañamos de un sensacional aperitivo de la casa. Unas mini tostas de tinga de pollo que acompañamos de tres salsas con distinto grado de picante: chile serrano, chipotle y habanero. Un buen comienzo que nos llevó a un refrescante aguachile de camarones, que acompañamos de unos espectaculares totopos caseros. Una elaboración ligera, saludable y con toques cítricos que desembocó en unos espectaculares panuchos yucatecos con cochinita pibil, cebolla morada y aguacate. Riquísimos.
Continuamos con los clásicos tacos del gobernador, que preparan con
camarones, pimiento verde y rojo. Un plato que nunca falla y que nos conquistó
con su rotundo sabor. Para terminar, pedimos el taco de chicharrón de solomillo.
Una auténtica delicia. Original y sabroso, con un taco elaborado a base de queso,
nos condujo al dulce momento del postre. Tras estudiar las deliciosas opciones,
finalmente nos decantamos por el pastel tres leches. Suave, dulzón y delicado,
nos pareció un acierto en toda regla. El remate final vino de la mano de un
chupito de Don Julio reposado, un sorbito del más genuino México Lindo.
Tepic, un mordisquito de México en la capital. Aromas, sabores y matices que
nos trasladan a ese maravilloso destino. El país de la alegría, del picante, de los
tacos y las micheladas ¡Ándale!