Ana S. Diéguez
Tras una interesante e intensa trayectoria profesional, Pepe se aventuró en el apasionante mundo de la restauración buscando hacer realidad su sueño: montar su propio restaurante
Con unas llamativas gafas con lentes amarillas y vestido de riguroso negro al más puro estilo Bono de U2, Pepe nos recibe en Taberna Puerto Lagasca, su primer proyecto, dónde nos conquista con los mejores pescados y mariscos recién llegados de las lonjas.
Un canario afable, elegante y carismático, que derrocha pasión por su profesión por los cuatro costados. Mientras compartimos con Pepe uno de los muchos cafés que consume a lo largo del día, nos abre gustoso las puertas de su corazón conquistándonos con su desbordante simpatía.
G&T: ¿Cómo se te ocurre la idea de montar un restaurante?
PC: Confieso que soy un apasionado de la gastronomía, pero tardé años en aventurarme en este proyecto. Empecé a estudiar farmacia, pero reconozco que fue un verdadero desastre y mi padre, harto de mis constantes suspensos me recomendó que estudiase óptica. Una carrera que por aquel entonces duraba tres años y que logré aprobar sin problema. Una vez terminé mis estudios monté una empresa de lentes de contacto que fue bien. Más tarde la vendí para aventurarme en el mundo del cine y monté una productora. Sin embargo, en esa época con el auge de internet era un sector complicado y tras dejarlo decidí lanzarme a hacer lo que siempre había querido. Montar mi propio restaurante.
G&T: ¿Cómo y cuando abres Taberna Puerto Lagasca?
PC: La verdad es que la idea inicial era montar el restaurante en Los Ángeles, una ciudad que conozco muy bien y dónde echaba en falta un restaurante español de verdad. No obstante, en esa época coincidió con mi divorcio y no quise separarme de mi hijo. Por ese motivo, finalmente decidí que lo más sensato era abrir el restaurante en Madrid para poder estar cerca de él. Inauguré Taberna Puerto Lagasca en plena crisis de 2008. Unos momentos difíciles, que aproveché para ofrecer al público un bonito restaurante en una de las zonas más exclusivas de Madrid, dónde fuera posible comer bien a un precio razonable. El concepto que instauré fue todo un éxito y reconozco que la acogida fue muy buena.
G&T: ¿Cómo lograste los conocimientos y los contactos para arrancar tu primer restaurante de cero?
PC: La verdad es que estaré eternamente agradecido a mi gran amigo «Monchete», Ramón Hidalgo y a su madre, Marina. Dueños del restaurante Nájera, me ayudaron mucho, tanto con sus sabios consejos como facilitándome los contactos de los mejores proveedores.
G&T: ¿Cómo es la propuesta gastronómica de Taberna Puerto Lagasca?
PC: Nuestro lema es siempre «hacer feliz a la gente» y para ello solo empleamos las mejores materias primas que nuestro chef, el increíble Paco Carrascosa, elabora magníficamente para resaltar el sabor original del producto. Destacan principalmente los pescados y mariscos, aunque también tenemos carnes fabulosas y unos postres caseros que son realmente deliciosos. Nuestra puertorrija con crema inglesa y helado de vainilla es uno de los postres estrella de la casa, aunque no dejamos de innovar buscando siempre mejorar. También ofrecemos la opción de pedir medias raciones, un detalle que gusta mucho a los clientes al igual que los platos del día en función de los productos de temporada.
G&T: Muchas gracias Pepe por un café acompañado de una interesante y agradable charla.
PC: Muchas gracias a vosotros… ¿Nos tomamos otro café?
Pepe Caldas, con su perpetua sonrisa y buen humor disfruta saludando a sus clientes en este coqueto restaurante que nos deleita con un servicio que destaca por su simpatía y profesionalidad, aconsejándonos en todo momento como acertar con los platos… Una tarea fácil ya que, tras haber probado una amplia selección de ellos, confesamos que TODO está riquísimo. Taberna Puerto Lagasca un excelente puerto dónde atracar en el corazón del barrio de Salamanca.
Dirección: Calle Lagasca, 81
Teléfono: 91 576 41 11
Web: https://puertolagasca.com/
Precio Medio: 30€