La Cabrera

Los más fervientes amantes de las carnes disfrutaran plenamente de esta nueva apertura que rinde un orgulloso tributo a la cultura culinaria del río de la plata. La Cabrera es una auténtica casa de carnes que respeta la tradición y la esencia de la familia argentina. Un restaurante que cuenta con más de veinte sedes repartidas por todo el mundo, que, tras arrancar su andadura en 2002, acaba de aterrizar en la capital para deleitarnos con una magnifica cocina porteña protagonizada por la parrilla. 

En su carta, no faltan clásicos como el ojo de bife, la entraña, los chuletones y esas sabrosas empanadas argentinas que nos trasladan al otro lado del charco a través del paladar. Una seductora cocina que despierta los sentidos a través de apetecibles recetas protagonizadas siempre por la calidad de las materias primas que emplean para elaborar los platos que componen su rotunda carta.

Su artífice, el empresario de origen chileno José Luis Ansoleaga, nos adentra en la genuina esencia de la gastronomía argentina en un precioso local donde los pequeños detalles son siempre los grandes protagonistas de su bonito proyecto de interiorismo. Una acogedora estética plagada de recuerdos que nos adentra en la esencia de La Cabrera, mientras caemos rendidos ante los apetecibles bocados que componen su cuidada propuesta gastronómica.

En nuestra primera visita a La Cabrera, que tenemos claro que no será la última, comenzamos saboreando un riquísimo y humeante caldo casero que nos condujo al rotundo matrimonio, que, en La Cabrera en lugar del típico boquerón y anchoa, consta de un sensacional chorizo criollo y una riquísima morcilla que acompañamos de un delicioso chimichurri y una deliciosa salsa criolla. Un gran arranque, que nos condujo a su famosa empanada La Cabrera que elaboran con solomillo, entraña y ojo de bife. Una inolvidable explosión de sabor que acompañamos de una seductora esencia de tomillo, salsa criolla y chimichurri.

A continuación, pasamos al esperado momento de las carnes, que tomó forma con un espectacular ojo de bife y una sensacional entraña. Dos magníficas opciones que acompañamos de una colorida parrillada de verduras y unas adictivas patatas fritas provenzales. Un sabroso momento que disfrutamos de principio a fin antes de sucumbir a los encantos de sus tentadores postres caseros. Nosotros nos de cantamos por el llamativo volcán de dulce de leche y la irresistible choco tarta. 

Dos magníficos postres caseros que se convirtieron en el broche final perfecto para una velada inolvidable que nos hizo viajar al otro lado del charco a través del paladar.

La Cabrera, un pedacito de Argentina en la milla de oro madrileña que nos conquista con una exquisita cocina porteña protagonizada por la calidad… y esa emblemática parrilla que nos embriaga con la magia de sus llamas. Una nueva parada obligada en la capital os aguarda… ¡En La Cabrera!