Un encantador restaurante en el corazón de Madrid, que nos deleita con una formidable propuesta de cocina libanesa
Por Ana S. Diéguez
Elegante, sofisticado y acogedor. Cruzar el umbral de Solidere, significa viajar a las concurridas callejuelas de Beirut a través del paladar y saborear esos maravillosos aromas, sabores y matices de la cocina libanesa.
Al frente de este apetecible concepto, el encantador empresario Basem Alawartany, nos hace partícipes de una inolvidable aventura gastronómica, que derrocha exotismo y saber hacer por los cuatro costados. Con una apetecible carta en la que confluyen tradición e innovación, visitar Solidere es siempre sinónimo de disfrute.
Tras el rotundo éxito de su primer restaurante en la madrileña zona de Alfonso
XII, Basem Alawartany, se animó hace muy poquito a abrir una nueva sucursal
de Solidere en pleno corazón de Madrid, más concretamente en el animado
barrio de chueca. Un nuevo enclave que se mantiene fiel a la esencia de su
primer local. Una cocina que se caracteriza por su autenticidad, calidad y
honestidad. Un restaurante que nos hace viajar a través del paladar.
En nuestra primera visita a Solidere, comenzamos saboreando unos sensacionales entrantes compuestos por: Muhamara (una seductora crema de pimientos rojos crudos, aceite de oliva y zumo de granada), Mutabal (una sabrosa crema de berenjena asada y ahumada al carbón, yogur, toque de salsa de sésamo y granada), Hummus (la famosa crema de garbanzos y salsa de sésamo) y por último la ensalada Fatuch (con tomate, rábano, lechuga, pan tostado y sumak).
Seguimos con un riquísimo Arays (pan relleno de queso y carne) y unas originales kibbe (croquetas de sémola con carne y piñones) que nos condujeron a su emblemático Falafel (croquetas de garbanzos y verduras).
También probamos el Farruj (pollo marinado deshuesado al carbón) y el Uzzi de cordero con hojaldre. Dos maravillosas elaboraciones que nos hacen partícipes de la esencia de Solidere, antes de aterrizar en el dulce momento del postre. Terminamos con una deliciosa Otmaliye (crema libanesa y pistacho) que compartió protagonismo con las Atayef (tortillitas con queso y pistacho) y sus típicas Baklavas que acompañamos, con un aromático té moruno.
Solidere, nos permite comernos El Líbano a bocados sin necesidad de viajar. Un magnífico plan para los paladares viajeros, que disfrutarán plenamente de una gastronomía de calidad repleta de inolvidables aromas y matices que enamoran los sentidos.
Dirección: Calle de la Libertad, 13, 28004 Madrid
Teléfono: 915 77 29 98
Web: https://restaurantesolidere.com/
Ticket Medio: 30€
Tipo de cocina: libanesa Valoración: 4,4/ 5