Un precioso espacio con una formidable colección de seductores bocados
Por Ana S. Diéguez
Desde que abriera sus puertas durante el pasado verano, Mano de Santa no ha cesado de cosechar adeptos incondicionales, algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta su excepcional propuesta gastronómica.
El pequeño gran proyecto de cuatro amigos, los chefs Nacho Chicharro y Dani Garrido, el increíble bartender Álvaro Cañellas y su socio José Tomás Garrido. Un nuevo reto en sus respectivas trayectorias profesionales, que nos deleita con un acertado concepto, que se complementa con una cuidada carta líquida que contribuye a potenciar los maravillosos sabores de sus platos. Cócteles de autor y vermuts artesanos, que son una auténtica maravilla y que logran sorprender a los paladares más sibaritas.
Este cuarteto de incansables emprendedores, se lanzó a la aventura de arrancar
Mano de Santa, en uno de los momentos más críticos para la hostelería.
Cargados de ilusión y pasión, proyectaron un encantador espacio que nos
conquista con su cuidada decoración nada más cruzar su umbral. Un espacio
elegante, acogedor y sofisticado, donde los buenos momentos están siempre
asegurados. Un restaurante donde no hay cabida para las prisas y donde el
tiempo parece fluir a otro ritmo, mientras saboreamos una acertada selección de
deliciosas elaboraciones que nunca fallan. Una propuesta viajera con matices
internacionales, que nos traslada a lejanos destinos a través del paladar.
Aromas, sabores y matices, que alcanzan su punto álgido en compañía de los
magníficos vinos de su selecta bodega, que cuenta con más de un centenar de
referencias.




En esta ocasión, comenzamos saboreando uno de los formidables cócteles que prepara el increíble bartender Álvaro Canellas. Esta vez nos adelantó una nueva incorporación, que prepara a base de agua de albahaca, vodka de manzana y ginger beer. Una combinación refrescante con toques cítricos, que disfrutamos con el riquísimo aperitivo de la casa. Una original crema de zanahoria con miso y sésamo, que fue sin duda la mejor manera de calentar motores.
Como es habitual en Mano de Santa, continuamos con uno de sus platos estrella,
su ya famoso dumpling de ropa vieja. Un pequeño bocado repleto de sabor que
ha cosechado un gran número de adeptos. Seguimos con una sorprendente
ensaladilla rusa con tortita de camarón. Un plato divertido, innovador y delicioso,
que nos condujo a su riquísima croqueta de Idiazabal con membrillo y piñones.
Una auténtica maravilla, que dio paso a unas exóticas brochetas de lomo de
vaca a la parrilla, con salsa de albahaca y limón. Sabrosas, informales y
riquísimas, nos llevaron a unos espectaculares langostinos salteados al wok con
piña deshidratada. Una receta innovadora, saludable y sensacional, que nos
enamoró desde el primer bocado.







El punto picante vino de la mano de una formidable corvina a la parrilla, hecha al aire con salsa de jalapeño, que acompañamos de una guarnición de brócoli salteado al wok con salsa de sésamo, el complemento ideal, sin duda alguna. Terminamos con uno de los fantásticos arroces que preparan a la parrilla en Mano de Santa. En esta ocasión, nos decantamos por el de colita de carabinero y almejas, al que tan solo le faltó el socarrat para ser perfecto. De postre, nada mejor que sus torrijas den pan de brioche con espuma de canela y leche de coco. Un dulce tradicional con un toque original que funciona de maravilla.
Mano de Santa se ha consolidado como un interesante referente gastronómico
de la capital. Un encantador espacio que nos adentra en un enigmático mundo
repleto de sabrosos bocados, que invitan a disfrutar y desconectar. El lugar ideal
para compartir momentos, vinos y, sobre todo, una espectacular propuesta
culinaria que se potencia con su excepcional coctelería.
Dirección: Calle del General Díaz Porlier, 95, 28006 Madrid
Teléfono: 917 24 17 87
Reservas: http://www.restaurantemanodesanta.com
Precio Medio: 45€