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La Semana Santa en la Costa Brava y el Pirineu de Girona ofrece celebraciones únicas que destacan por su singularidad y perdurabilidad, con una fuerte identidad ligada a la religión, las tradiciones, la historia y el folklore. Son manifestaciones que se han convertido en parte esencial de su oferta cultural, logrando un buen equilibrio entre tradición, simbolismo y representación artística. Estas son algunas de ellas:
1. Baila con la Danza de la Muerte, en Verges. Declarada Fiesta Patrimonial de Interés Nacional, es la única que ha sobrevivido con el paso del tiempo y que se conserva desde la época medieval. El Jueves Santo se celebra la procesión para conmemorar la Pasión de Cristo y por el camino tienen lugar varias escenificaciones, como la Danza de la Muerte. Diez esqueletos bailan al son de un tambor bajo una tenue iluminación de las antorchas y se distribuyen en grupos de cinco. El primero, compuesto por dos adultos y tres niños, se encarga de ejecutar la coreografía, todos vestidos de esqueletos y con instrumentos simbólicos, mientras que el resto de integrantes, vestidos con túnicas negras, se ocupan de ambientar la danza avanzando al mismo ritmo, sin bailar.
2. Vive una intensa experiencia con el desfile de los ‘Manaies’ o armados en Girona. Los días de Pascua son de gran actividad ‘manaia’ en Girona. El momento más mágico es el Viernes Santo, cuando poco antes de las diez de la noche ‘Vestes’ (penitentes) y ‘Manaies’ suben hacia la Catedral para dar inicio al último acto. Ante el manifiesto de las campanas, salen los primeros soldados romanos por la portalada principal dando inicio a la procesión con la bajada de las escaleras a marcha lenta y las lanzas picando. Un poco más atrás, los ‘Vestes’, con vestido gris y capa granate, acompañan a los dos misterios de la cofradía. El brillo de las corazas de los 119 soldados y el movimiento de las lanzas alcanzan su mayor esplendor en los dos momentos del recorrido, que incluyen las evoluciones llamadas ‘la Estrella’ y ‘la Roda’, donde los grupos que componen el maniplo se entrecruzan entre ellos.
3. Descubre el ancestral Via Crucis de Sant Hilari de Sacalm. Desde hace más de tres siglos, el municipio celebra en Viernes Santo su Via Crucis Vivent, que ha recibido el galardón de la Creu de Sant Jordi y ha sido declarado Elemento Festivo Patrimonial de Interés Nacional. Una procesión que acoge una conmovedora representación artística ambientando las calles del pueblo, acompañada de misterios y cirios encendidos, con decenas de actores interpretando escenas bíblicas sobre la Pasión y la muerte de Jesús. Las figuras más emblemáticas junto con los pasos o misterios, son los armados, que siguen el ritmo de los tambores marcando el paso durante tres horas. Una de las escenas más emotivas es la del Calvario, en las afueras de la población, donde tanto la interpretación de los soldados romanos como la iluminación y la acústica de la música, cautiva a locales y visitantes. http://www.viacrucisvivent.cat/
4. Contágiate del fervor religioso de Besalú. La devoción, el silencio piadoso y sus excepcionales singularidades han hecho de la Procesión de los Dolores un acontecimiento único, donde la tradición, el misticismo y la espiritualidad de este pueblo medieval van de la mano. Los llamados arregladores vestidos con vesta (túnica larga hasta los pies), son los que velan por el silencio, el orden de los pasos y de las hileras laterales, así como por el paso fluido de todos los participantes. El primero de los dieciséis pasos lo abren los ‘Manaies’, que marcan el ritmo y la marcha de la Procesión. La imagen de la Virgen de los Dolores cierra el acto, rodeada por los penitentes y los ‘estaferms’ (guardias vestidos de romanos). Pero el momento más esperado es la llegada a la plaza Mayor, cuando los apóstoles cantan la salve y, en medio de un absoluto silencio, la Virgen vuelve a la iglesia. https://www.dolorsdebesalu.org/ca/
5. Disfruta de la procesión más viviente, en Campdevanol. Más de 250 personas del municipio y de otras poblaciones vecinas de la comarca del Ripollès participan en Viernes Santo en la Procesión de los Santos Misterios. Su rasgo distintivo es que los pasos son interpretados por los propios locales, sobre diferentes bayartes, que hacen la función de imagen, estáticas y mudas durante un recorrido de dos horas. El cuerpo coral en el cortejo pone banda sonora en el itinerario de la procesión. La historia explica que la falta de recursos económicos no permitía comprar figuras y de este modo se optó por caracterizar a vecinos de la población para dar los pasos. En la actualidad, se ha convertido en un atractivo turístico que atrae a miles de personas que asisten a cada nueva edición. http://es.elripolles.com/que-quieres-hacer/turismo-cultural/fiestas-tradiciones-y-acontecimientos/fiestas-populares/34.html
Y, después de alimentar el alma, nada mejor que deleitarse con los platos más típicos de la Semana Santa, como los buñuelos de Cuaresma, el bacalao con pasas, el ‘peixopalo’ o bacalao seco y curado al sol, la Mona de Pascua, o el roscón de Ramos.