Abierto en la crisis de 2008, este coqueto restaurante ubicado en una de las zonas más exclusivas de la capital, nos conquista con una fórmula que nunca falla: excelentes materias primas a precios más que razonables
Por Ana S. Diéguez
El simpático canario Pepe Caldas, abrió Taberna Puerto Lagasca en uno de los momentos más críticos para la hostelería. En plena crisis de 2008, teniendo claro que era necesario un concepto de restaurante dónde comer bien a precios asequibles. Ubicado en la calle Lagasca, este precioso e íntimo restaurante no tardó en cosechar un rotundo éxito entre los vecinos de la zona. Unos duros momentos para muchos, que sin duda agradecieron poder seguir saliendo a comer o cenar en una de las zonas más elegantes de Madrid sin tener que pagar por ello unas cantidades irrisorias.
Pepe, a sus recién cumplidos sesenta y cuatro años, tiene una vida interesante que contar. Muchas anécdotas que dieron lugar a la apertura de Taberna Puerto Lagasca. Su sueño de abrir su propio restaurante, al fin hecho realidad.
Tras terminar el colegio, Pepe se matriculó en la carrera de farmacia dónde cosechó numerosos suspensos. Su padre, desesperado le sugirió que estudiase óptica. Una carrera que por aquel entonces solo duraba tres años y que Pepe no solo terminó sin problema, sino que le ayudó a arrancar su trayectoria profesional en ese ámbito. Primero, montó una distribuidora de lentes de contacto que más tarde vendió para trasladarse a Los Ángeles, dónde inició su carrera como director de cine. Un hombre imparable que siempre tuvo la ilusión de montar su propio restaurante.
Por este motivo, años después abrió Taberna Puerto Lagasca en Madrid, a pesar de que su idea inicial había sido en Los Ángeles para ofrecer un restaurante español de verdad para cubrir el vacío existente.
No obstante, por motivos personales acabó inaugurándolo en la capital para nuestro deleite, ocupándose personalmente de diseñar la carta para conquistarnos siempre con platos sencillos, pero de gran calidad. Gracias a la gran ayuda de su buen amigo Ramón Hidalgo, más conocido como “Monchete”, dueño del restaurante Nájera, Pepe obtuvo los conocimientos necesarios y los contactos de los mejores proveedores para poder embarcarse en la apasionante aventura del mundo gastronómico.
Taberna Puerto Lagasca ha cautivado a un público fiel que sabe que comer ahí es siempre un rotundo acierto.
En esta ocasión, comenzamos saboreando unas formidables croquetas de jamón y espinacas. Un finísimo rebozado crujiente y un cremoso interior a una perfectísima temperatura que nos cautivan nada más probarlas. Ambas variedades riquísimas, pero confesamos sentir debilidad por las de espinacas, sumamente originales y deliciosas.
Para disfrutar plenamente del buen tiempo, continuamos con un sabroso salmorejo con virutas de jamón ibérico. Suave, cremoso y absolutamente maravilloso nos condujo al tartar de atún rojo Balfegó, que en Taberna Puerto Lagasca sirven sobre un lecho de algas wakame y lo coronan con unos guisantes crujientes, convirtiéndolo en uno de nuestros tartares favoritos.
Las verduras a la plancha que llegaron a continuación acompañadas de una formidable salsa romescu son la mejor manera de mantener la línea disfrutando de un producto de primera. Espárragos trigueros, calabacines, berenjenas y pimientos de diversos tipos, confieren un toque de color a la mesa y nos ayudan a limpiar el paladar antes de probar los magníficos langostinos salteados con guacamole y mango. Un plato que fusiona la tradición con un acertado toque de exotismo y que roza la excelencia. Para terminar, nos decantamos por la merluza a la sidra con manzana asada. Una sorprendente combinación que nos enamoró de inmediato y nos condujo al postre estrella de la casa, la puertorrija con crema inglesa y helado de canela. Un dulce que elaboran al momento y destaca por su inolvidable sabor. Tal vez por ello ha cosechado infinidad de adeptos incondicionales durante estos años.
Taberna Puerto Lagasca, mucho más que un monísimo y acogedor restaurante dónde disfrutar siempre de productos de primera a un precio más que razonable. El precioso proyecto de Pepe Caldas, que no cesa en su empeño de mejorar cada día para mantener viva la chispa y enamorar siempre a sus clientes.
Dirección: Calle Lagasca, 81
Teléfono: 91 576 41 11
Web: https://puertolagasca.com/
Precio Medio: 30€