Volvió de Argentina con más fuerza que nunca, tanto que quiso dar un sentido homenaje a una de las figuras femeninas más importantes de nuestro acerbo cultural, María Teresa León, con la puesta en escena de María Teresa y el león, cuya crítica no dejaba rastro de duda de que la actriz Susana Hornos, es un Miura sobre el escenario. Entra de lleno en la cuarta temporada de la exitosa serie Estoy Vivo, TVE. Dando vida a Elena, una mujer fuerte, que no tiene ningún miedo a estar al mando. Mientras tanto, rueda y produce Stoyan, su primer largometraje como productora bajo el paraguas de Hache Producciones. Su rostro está ahora mismo junto con el de otras mujeres del mundo de la cultura en la Concha del Espolón de Logroño en la exposición sobre mujeres destacadas en el mundo del cine de La Rioja, enclavada en el Festival Mujeres en el Arte en La Rioja.
Entra en la nueva temporada de la serie Estoy vivo, con un papel tremendamente “misteriorso”…. ¿Nos puede desvelar algo de esta irrupción de su personaje?
Mi querida Elena en Estoy vivo es una mujer que no tiene miedo a estar al mando, lo cual no siempre ocurre, además, afortunadamente los guionistas han sabido mantener ese misterio, no saber bien qué o quien está detrás de ella. Como actriz, este tipo de personajes es un goce y, … No me dejan decir más.
¿Qué ha aportado de Susana Hornos a su personaje y viceversa?
Algo que me ha gustado de Elena es la capacidad de tener poder y de ejercerlo sin adoptar ningún esterotipo masculino, sin alaracas, solo con la convicción de que si crees en algo y haces todo lo que está en tu mano puedes conseguirlo. Yo como Susana, solo creo en el trabajo para conseguir objetivos, pero Elena me ha enseñado a no tenerle miedo a la ambición. Y espero haberle aportado lo que todos los actores queremos: verdad.
"En España decidí que tenía que mantener esa energía generadora si no quería venirme abajo en un país del que apenas sabía nada al llevar tantos años fuera. Y se fue dando. O hice que se diera…"
Tras muchos años en Argentina, haciendo su carrera, allende los mares, vuelve a España más fuerte que nunca, con nuevos proyectos. Háblenos de cómo ha sido esta reentré.
Regresé de la mejor manera, de la mano del teatro que es mi tierra, mi poso, mi aprendizaje y además de la mano de Carolina Román como directora y todo el equipo del que nos rodeamos. Después, gracias a Tonucha Vidal que confió en mí para esta cuarta temporada de “Estoy vivo”, puedo decir que soy una privilegiada, comienzo en Televisión española de la mano de Good Mood Productions y todo el equipo de Écija, ¿Cómo iba a imaginar hace un año que iba a trabajar junto a Javier Gutiérrez, Cristina Plazas, Alejo Sauras, Fele Martínez, Goizalde Nuñez? Aún me cuesta creerlo. No tengo mejor forma de describirlo: un privilegio.
Pregunta casi imposible de no hacer, ¿siente alguna diferencia a la hora de rodar en España o en Argentina?
Creo que no depende del país, depende de la persona y el equipo detrás de la cámara. En mi última película antes de regresar, el director uruguayo (Gustavo Hernández) tenía muchas puntos de unión con Roberto Ruiz Cespedes (Stoyan) respecto a un perfeccionismo técnico y visual apabullante y maravilloso. Y en cambio anteriormente, también en Argentina, con Sergio Mazza, en “EL Gurí” la cámara era importante, pero las escenas eran de gran intimidad, ensayamos mucho situaciones muy dramáticas e incluso algunas escenas se improvisaron con cámara en mano. Cada cual tiene su visión, el aprendizaje para mí es saber adaptarte y darlo todo sin importar “cómo” cuentan la historia.
Está de lleno con su productora (Hache Producciones), y tras producir la obra de teatro María Teresa y el león, ahora se embarca en el cine con Stoyan, junto con Tristán Ulloa y Marta Millans, en la que además tiene un papel. Háblenos de este nuevo proyecto.
En Argentina aprendí que no hay que esperar a que nadie te llame, que si tienes un proyecto, ve a por él y sobre todo: arma un buen equipo. Allí se dio de forma natural la producción, de hecho, existe una figura inexistente aquí, que es la cooperativa teatral. En España decidí que tenía que mantener esa energía generadora si no quería venirme abajo en un país del que apenas sabía nada al llevar tantos años fuera. Y se fue dando. O hice que se diera… En teatro armé un equipo artístico soñado de la mano de Carolina Román, aunque sé que tengo que crear el equipo de producción soñado, eso lleva más tiempo. Cuando surgió la posibilidad de coproducir junto a Miguel Poveda “Stoyan”, no sabía muy poco del cine desde ese lugar, y decidí hacer algo que también está siendo el mejor de los aprendizajes: confiar, rodearme bien y pedir ayuda. Le debo todo a amigos de esta industria que me dieron los mejores consejos y particularmente a Miguel y su templanza. SUSANA HORNOS «En España decidí que tenía que mantener esa energía generadora si no quería venirme abajo en un país del que apenas sabía nada al llevar tantos años fuera. Y se fue dando. O hice que se diera…»Me daba vergüenza al principio preguntar continuamente, y un día dije ¿Por qué?, no vas a llegar a ningún lado sola, ni vas a poder crear nunca nada que merezca la pena. Y ahora estoy siendo parte de Stoyan, resultado de el maravilloso empeño de Roberto Ruiz Céspedes su guionista y director, un ser humilde y generoso que además tiene un mundo interior tan visual y bello, me pone muy feliz que lo haya convertido en cine. Y que Marta Milans y Tristán Ulloa sean sus protagonistas… El mejor de los regalos.
¿A quién encarna en este nuevo proyecto cinematográfico?
Mi personaje se llama Agatá, es una guía para el personaje de Maika (Marta Milans). Ágata es alguien que adoro porque cree en lo que yo creo, que de nuestra mayor tristeza, de nuestro mayor dolor, el ser humano es capaz de transformarlo y convertirlo en un faro para otra persona, en fuerza y ejemplo para los que vendrán. Hace años junto a Zaida Rico, escribimos juntas “Pinedas tejen lirios” y justamente tratábamos ese tema, esas mujeres que a lo largo
de la historia han tejido redes para que hoy nosotras podamos caminar sobre un campo menos pedregoso. Agradecer, siempre agradecer.
Háblenos de su participación en la exposición en la Concha del espolón de Logroño sobre mujeres riojanas dentro del cine.
No puedo verlo sino con pudor y agradecimiento. La Comunidad Autónoma de la Rioja va a realizar una instalación sobre Mujeres en el cine en La Rioja y me contactaron para decirme que querían contar conmigo para que fuera una de ellas. También estará Chelo Álvarez-Stehle, una documentalista a quien admiro tanto… Aunque sigo sin tener oportunidad de poder ir allí con los proyectos que hago, agradezco enormemente esta invitación, como decía mi marido, nunca viene mal una pequeña palmadita en el hombro. En Argentina ya todo el mundo sabía de dónde era y me preguntaban siempre por Fuenmayor y Logroño en las entrevistas, así que es bonito que te tengan presente.
¿Qué aportación cree que ha tenido usted en el celuloide?
No me gusta pensar en lo que he tenido, siempre pienso hacia adelante, y ahora mismo estoy rodeada de mujeres con las que estoy coescribiendo: Alicia Luna, Paulina Gálvez, Eugenia Tobal… Esa quiero que sea mi aportación, historias donde no importen las nacionalidades ni las culturas, donde personas reales puedan transformar el mundo sin importar de dónde son, ya sea con humor, drama o locura pero que algo quede cuando ellas pasan por la vida. Digo ellas porque imaginarás, estamos creando mujeres de verdad, con edades, pieles, y diálogos de verdad, desde nuestra visión, equivocada o no, pero con muchas ganas de que las podamos ver y reconocernos en ellas.
¿Cuánto cree que le queda a la mujer para no tener que seguir con esa discriminación positiva?
Dependerá de nosotros, muy especialmente de nosotras… De nuestra generosidad y capacidad de convivencia. Sino todo volverá atrás y seremos las responsables.
Con el homenaje que hizo a la escritora María Teresa León, escritora riojana, ¿cree que como usted hizo se debe de seguir visibilizando a mujeres que han marcado la historia de nuestra cultura o empezar a ensalzar a las contemporáneas como es el caso de este proyecto enclavado en el Festival Mujeres en el arte en La Rioja?
Si lo pensamos bien, aún es apenas una gota en el océano, pienso en todos los libros de historia donde no han existido mujeres escritoras, científicas, ni pintoras… Pienso en las mujeres deportistas cuyos partidos no vemos… Ojalá un día no haga falta. Ni siquiera se trata de ensalzarlas, pero sí de conocerlas, seguir su rastro, preguntarse quiénes fueron.
Haría de todos nosotros mejores personas, no el saber más de una mujer en particular, sino que nos importe contar la historia, cómo fue, sin discriminación, sin vendas, tener una mirada del mundo que nos haga preguntarnos por momentos concretos qué pasó de verdad o qué hubiera
ocurrido. Todo lo que nos haga dudar y aprender nos llena de Memoria y Presente desde la comunicación y la ética, sólo puedo verlo como algo positivo. Además, pienso en cuánto aprendí a través de María Teresa del verdadero sentido que la Patria tiene para mí, del amor por el lenguaje, de la pasión por vivir, de convivir a través del respeto. ¿Cómo no querer
eso para mis sobrinos, los hijos de mis amigos y todas las generaciones que vendrán?